Blog
KPI, OEE y GTD: ¿de qué me hablan cuando me piden ser más eficiente?
Tecnicatura Universitaria en Administración - Licenciatura en Administración de Empresas
En el mundo del trabajo, de los negocios e incluso en los estudios, cada vez es más común escuchar frases como “tenemos que mejorar los KPIs”, “el OEE está bajando”, o “probá con GTD para organizarte mejor”. ¿Pero qué significan realmente estas siglas? ¿Y qué tienen que ver con ser eficientes? Este artículo busca acercar estos conceptos de forma simple, con ejemplos aplicables a cualquier persona que quiera organizar mejor su tiempo, medir su desempeño o entender cómo funciona una empresa.
Empecemos por lo básico: la eficiencia. En términos simples, ser eficiente es lograr un objetivo usando la menor cantidad de recursos posibles. En la administración, esto se traduce en mejorar procesos, reducir tiempos, evitar desperdicios y enfocarse en lo que realmente importa.
KPI: Indicadores que nos dicen cómo vamos
Las siglas KPI significan “Key Performance Indicator” (Indicador Clave de Desempeño) y son métricas que permiten medir si estamos alcanzando nuestros objetivos. En lugar de guiarse por sensaciones o suposiciones, los KPIs nos dan datos concretos.
Acá tenemos algunos ejemplos de KPIs explicados de forma sencilla:
En una tienda online: el porcentaje de carritos que terminan en compra.
En una empresa de atención al cliente: el tiempo promedio de respuesta a un reclamo.
En tu estudio personal: la cantidad de horas efectivas que le dedicas a una materia por semana.
Los KPIs tienen que ser específicos, medibles, alcanzables, relevantes y estar definidos en un plazo de tiempo. Por ejemplo, decir “quiero estudiar más” no sirve como KPI, pero sí “quiero estudiar 10 horas semanales durante 4 semanas para aprobar el parcial de Administración I”.
OEE: midiendo la eficiencia real de los procesos
La sigla OEE viene del inglés Overall Equipment Effectiveness, o en español, Eficacia Global de los Equipos. Aunque es un indicador nacido en entornos industriales, hoy se aplica también a procesos administrativos, digitales y educativos.
El OEE mide tres cosas:
Disponibilidad: ¿cuánto tiempo real estuvo disponible el recurso o equipo?
Rendimiento: ¿cuánto produjo en ese tiempo en comparación con su capacidad máxima?
Calidad: ¿qué porcentaje de lo producido fue realmente útil, sin errores ni retrabajo?
Un ejemplo cotidiano:
Supongamos que tenés tres horas libres para estudiar. Si solo usas dos porque te distrajiste (disponibilidad), en esa hora y media hacés solo una parte del temario planeado (rendimiento), y al repasar notás que cometiste errores por apurarte (calidad), tu “OEE personal” fue bajo. Es decir: estuviste, pero no fuiste del todo eficiente.
La lógica del OEE te invita a no solo hacer, sino a hacer bien y con objetividad. La aplicación de este indicador funciona muy bien para equipos de trabajo, proyectos académicos y emprendimientos.
GTD: organizarte para dejar de procrastinar
Por último, GTD significa Getting Things Done, una metodología creada por David Allen para mejorar la productividad personal. La idea es simple: sacá todo lo que tenés en la cabeza y ponelo en un sistema confiable. Así, reducís el estrés, organizás tus prioridades y podés enfocarte en hacer lo que importa.
Principios del GTD:
Recopilar: todo lo que tenés que hacer, pensás hacer o te gustaría hacer, anotalo.
Procesar: decidí qué acciones concretas implica cada cosa.
Organizar: usá listas, calendarios o apps para clasificar tareas por contexto o prioridad.
Revisar: cada tanto, mirá tu sistema y actualizalo.
Hacer: ejecutá con enfoque, asegurándote que no se está escapando nada.
Ejemplo real:
Si estás cursando varias materias, trabajás y querés emprender, tu cabeza puede explotar. Con GTD, podés anotar todo en una app (como Todoist, Notion o Google Keep), clasificar tareas por materia o proyecto, asignar días para cada cosa, y liberar espacio mental para concentrarte.
¿Cómo se conectan estos conceptos?
Aunque parecen de mundos distintos, KPI, OEE y GTD tienen un mismo objetivo: ayudarte a ser más eficiente. Juntos, forman un combo infalible para gestionar tu tiempo, tus tareas y tu energía de manera estratégica.
📚 Bibliografía sugerida
- Hernández, S. J., & Rodríguez, S. (2011). Introducción a la administración. Teoría general administrativa. McGraw-Hill.
- Cuatrecasas, Ll. (2017). Lean management: gestión competitiva por excelencia. Profit Editorial.
- Allen, D. (2001). Getting Things Done: The Art of Stress-Free Productivity. Penguin Books.
- Marvel Cequea, M., & Rodríguez Monroy, C. (2011). La productividad desde una perspectiva humana: dimensiones y factores. Redalyc.
Comunidad TUA+LAE
Tecnicatura Universitaria en Administración - Licenciatura en Administración de Empresas
¿Querés sumarte con tu mirada? Escribinos a: @comunidadtuaylae
SEGUINOS EN NUESTRAS REDES SOCIALES Y FORMÁ PARTE DE NUESTRA COMUNIDAD
© 2025 All rights reserved.